Biceps. Roturas de fibras y tendinosas (signo de Popeye)

Biceps. Roturas de fibras y tendinosas (signo de Popeye)

Repaso de anatomía:

El bíceps braquial es músculo situado en la cara anterior del brazo y éste se encuentra formado por dos cabezas o dos porciones, aunque ambas actuarán en conjunto.

Origen e inserción:

-Cabeza larga: Se origina en un pequeño relieve óseo de la escápula que conocemos como tubérculo supraglenoideo y sus fibras se dirigen por la parte externa del brazo en dirección caudal pasando por un desfiladero que existe entre el troquíter  y troquín del húmero.

-Cabeza corta: Se origina en un relieve de la escápula que conocemos como apófisis coracoides y sus fibras descienden por la parte interna del brazo.

Ambas cabezas o porciones se unirán en la parte más distal del brazo para acabar insertándose en el tubérculo del radio y en la fascia del antebrazo.

Función:

Actúan como flexores de codo y supinadores de antebrazo, aunque con el codo fijo actúan sobre la cintura escapular, coaptando y generando una pequeña rotación interna la cabeza corta y una pequeña rotación externa la cabeza larga.

El signo de Popeye.  Definición y síntomas:

Ambas lesiones se tratan de una rotura pero tenemos que diferenciar entre ambas.

En el caso de las roturas del bíceps braquial, tanto de su cabeza larga como de su cabeza corta, suelen tener como causa traumatismos directos, un desgaste de las fibras del músculo debido a una edad avanzada o a la  realización de movimientos repetitivos, en algunas circunstancias que exigen que así sea, como el trabajo. Este tipo de roturas suele darse más en la porción larga debido a su posición anatómica. También hay que saber que es muy posible que nos quede secuela de la cicatriz interna que dejará en el musculo el tejido fibroso o colágeno de reparación de los tejidos.

En cambio cuando hablamos del signo de Popeye en este caso estamos hablando de una rotura en el tendón de origen o inserción (muy frecuentemente en su origen en la apófisis coracoides), y este suele darse cuando le exigimos un sobreesfuerzo muy intenso al músculo. Este caso es más común en deportes donde se levantan cargas pesadas como la halterofilia. Cuando ocurre debido al sangrado y la tumoración del vientre que genera la rotura del tendón unido a su contracción hacia distal, hace que el brazo adopte esa forma tan característica que nos lleva a que conozcamos esta lesión como “signo de Popeye”. También se han descrito casos sin sangrado ni edema.

Causas:

Como hemos comentado antes las principales causas de estas roturas son el desgaste producido producido por la edad, los movimientos repetitivos en el trabajo y un esfuerzo demasiado intenso para el tendón, a menudo en el levantamiento de cargas.

A estas situaciones también le favorecen el sobreentreno o un mal calentamiento previo antes de la actividad física o una  mala alimentación, así como el poco descanso.

Diagnóstico:

El diagnóstico generalmente es clínico, aunque será confirmado con la ecografía que se realizará en la consulta.

Tratamiento:

Es muy frecuente la rotura de fibras del bíceps braquial y también tiene cierta prevalencia la rotura total o parcial del tendón de la cabeza larga del bíceps. Lo primero es un buen diagnóstico basado en la clínica y en las pruebas de imagen (con la ecografía es suficiente).

Si la desinserción del tendón es completa el tratamiento es quirúrgico.

Pero si el diagnóstico es de rotura parcial o de rotura fibrilar bicipital, la Electrolisis Percutánea Musculoesquelética será la técnica estrella: Se puede realizar desde el primer día para alcalinizar el medio. Y en fase no aguda también para reducir el exceso de tejido de colágeno que se forme. A partir de la semana de la lesión se comenzará con los estiramientos analíticos activos y a partir de la segunda semana con los pasivos analíticos para ir reorientando las nuevas fibras de colágeno que se formen.