Distensiones ligamentosas (colaterales) o esguinces de rodilla

Patología distensiones ligamentosas esguinces de rodilla

¿Qué son los esguinces de rodilla?

Las superficies articulares que forman la articulación de la rodilla son los cóndilos femorales, las mesetas tibiales, los meniscos, que se encuentran entre ambas superficies, y la rótula. Como en el resto de articulaciones, también encontraremos cartílago y envolviendo el conjunto de estos elementos encontramos la cápsula articular. Además cuenta con un potente complejo ligamentoso que limita el movimiento.

Los ligamentos son estructuras fuertes y flexibles que unen dos o más huesos a la vez que permiten cierto movimiento.

Biológicamente los ligamentos son estructuras formadas de tejido conectivo, constituido principalmente por un 70 % de fibras de colágeno tipo 1 (aportan estabilidad), fibras de elastina (permiten el movimiento) y fibroblastos (células que secretan colágeno, mantienen la matriz celular y participan en la cicatrización).

Las causas de los esguinces de rodilla son principalmente:

  • Movimientos bruscos: Normalmente se necesitan de movimientos combinados, como podría ser la flexión de rodilla acompañada de un giro, donde el pie puede quedarse clavado en el suelo. Este sería un movimiento lesivo típico del ligamento cruzado anterior (LCA).
  • Golpes directos sobre la rodilla: Una contusión directa en la rodilla puede ser lesivo para sus ligamentos. Un ejemplo sería cómo un golpe lateral puede llevar la rodilla a una posición forzada de valgo que acabe dañando el ligamento lateral interno (LLI).

Anatomía:

Los principales ligamentos que se encuentran en la rodilla son:

  • Ligamento cruzado anterior (LCA): Va desde el área intercondílea anterior hasta la parte medial del cóndilo lateral. Se tensa con el desplazamiento hacia anterior de la tibia respecto al fémur y, por tanto, limita este movimiento.
  • Ligamento cruzado posterior (LCP): Desde el área intercondílea posterior se dirige a la cara lateral del cóndilo lateral y se tensa con el desplazamiento hacia posterior de la tibia respecto al fémur, limitando ese movimiento.
  • Ligamento lateral interno (LLI): Se origina en el cóndilo lateral interno del fémur y desciende hacia la parte lateral y proximal de la tibia y limita la posición de valgo, por lo que se tensa cuando ponemos la rodilla en esta posición.
  • Ligamento lateral externo (LLE): Se origina en el cóndilo lateral externo y se dirige a la parte externa de la cabeza del peroné, donde se inserta. Limita la posición de varo, por lo que tensa cuando ponemos la rodilla en esta posición.

Los esguinces se producen cuando alguno de estos ligamentos se daña, normalmente debido a un sobreestiramiento que acaba desgarrando y rompiendo las fibras de éstos.

Grados:

Siempre que hablemos de esguinces va a resultar necesario hablar de los diferentes grados en los que éste puede presentarse de manera que podamos estratificar el alcance de la lesión según sus características clínicas:

  • Grado I: Cuando únicamente se produce un sobreestiramiento o distensión que desgarra pocas fibras
  • Grado II: Cuando se rompen más de un tercio de las fibras totales que forman el ligamento pero menos de dos tercios de éstas. Es una rotura parcial.
  • Grado III: Cuando se rompen más de dos tercios de las fibras que forman el ligamento, o el ligamento completo. Casi siempre va a necesitar de intervención quirúrgica

Sintomatología:

  • Dolor agudo, casi siempre a punta de dedo, en la zona donde se ubica el ligamento
  • Inflamación en la zona
  • Rigidez articular
  • Pérdida de rango articular y , por consecuencia, disminución del movimiento
  • Sensación de inestabilidad
  • Posible bloqueo articular
  • Pérdida en la capacidad funcional

Pruebas y exámenes:

Como siempre en el diagnóstico será de gran importancia la entrevista que realizaremos al paciente. En ella trataremos de recoger los datos subjetivos del paciente, en los que nos explique fundamentalmente las características de su dolor y cómo es éste, junto a un examen objetivo donde podamos realizar una buena exploración.

Algunas de las pruebas de las que disponemos para la exploración física son los siguientes test:

  • Prueba del cajón anterior: Se realiza para valorar el estado del ligamento cruzado anterior (LLA). En ella el paciente se encuentra tumbado boca arriba con una flexión de cadera y una flexión de rodilla alrededor de los 45º. El fisioterapeuta realiza una fuerza en dirección postero-anterior, tratando de desplazar la tibia sobre el fémur. Si existe un bostezo de la articulación de menos de 5 mm, podríamos decir que estamos ante un esguince de grado 1. Un deslizamiento de entre 5 y 10 mm, nos informaría de que podríamos estar ante un esguince de grado 2, mientras que un deslizamiento mayor de 1 cm nos haría pensar que estamos ante un esguince grado 3, y por tanto, ante una rotura casi completa o completa. En todos estos casos la prueba será positiva.
  • Prueba del cajón posterior: Se realiza para valorar el estado del ligamento cruzado posterior (LLP). En ella el paciente se encuentra tumbado boca arriba con una flexión de cadera y una flexión de rodilla alrededor de los 45º. El fisioterapeuta realiza una fuerza en dirección antero-posterior, tratando de desplazar la tibia sobre el fémur. Si el ligamento está dañado, también se producirá un bostezo o deslizamiento de la articulación y la prueba será positiva.
  • Prueba de estrés en valgo: Se realiza para valorar el estado del ligamento colateral medial. En ella el paciente se encuentra tumbado boca arriba con una extensión de rodilla y el fisioterapeuta coloca una mano de pivote por la parte superior y exterma a la rodilla, y con la otra mano en el pie del paciente, que realiza una fuerza hacia medial, de manera que forcemos a la rodilla a una posición de valgo. Si existe un deslizamiento o bostezo de la articulación, el ligamento estará dañado y la prueba será positiva.
  • Prueba de estrés en varo: Se realiza para valorar el estado del ligamento colateral lateral. En ella el paciente se encuentra tumbado boca arriba con una extensión de rodilla y el fisioterapeuta coloca una mano de pivote por la parte superior e interna a la rodilla, y con la otra mano en el pie del paciente, que realiza una fuerza hacia medial, de manera que forcemos a la rodilla a una posición de varo. Si existe un deslizamiento o bostezo de la articulación, el ligamento estará dañado y la prueba será positiva.

Para el diagnóstico también deberemos tener en cuenta las pruebas de imagen objetivas, como son las radiografías o la resonancia magnética. En la consulta también se le realizará una ecografía para ayudar a  confirmar el diagnóstico y elegir el tratamiento adecuado.

Tratamiento:

El tratamiento y el tiempo de recuperación dependerá mucho del grado del esguince. En un esguince leve, el reposo, la aplicación de hielo, un vendaje funcional y la ingesta de AINES puede resultar suficiente. En esguinces más graves se aplicará radiofrecuencia regeneradora (Diatermia), Ultrasonidos U.S, corrientes T.E.N.S antiinflamatorias, Electrolisis Percutánea Musculoesquelética aplicada a través de una aguja que se introducirá en el ligamento dañado (siempre visualizado mediante ecografía) y en los casos más graves requerirán de terapia biológica regenerativa: Plasma Rico en Plaquetas (PRP) o factores de crecimiento.

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